27 de mayo de 2011

La Camarera


La camarera

Lynn Zapatek limpia las habitaciones del hotel Eden, y lo hace a conciencia. Mientras se deleita revisando cada rincón, despierta en ella una fascinación por los objetos de los huéspedes: libros, neceseres, notas, zapatos, medicamentos… Los mira, los huele, los toca, y a través de ellos imagina la vida de sus dueños. Un martes, Lynn está en la habitación 303 cuando ya hace tiempo que debería haberse marchado. Oye pasos en el pasillo, la llave se introduce en la cerradura y sólo tiene un escondite: se mete debajo de la cama. A partir de ese día, cada martes vuelve a esconderse en el mismo sitio, desde donde imagina la vida de los ocupantes de la habitación.

    La camarera es el intenso retrato de una joven que quiere saber cómo consigue la gente lo que tanto le cuesta a ella: llevar una vida normal.




Markus Orths

En la actualidad vive en Karlsruhe. Estudió Filosofía y Literatura francesa e inglesa. Es autor de los libros de relatos Wer geht wo hinterm Sarg (2001) y Fluchtversuche (2006), y de las novelas Corpus (2002), Lehrerzimmer (2003, de próxima publicación en Seix Barral), un éxito en Alemania que será llevado al cine, Catalina (2005) y Hirngespinste (2009). La camarera (2008; Seix Barral, 2010) recibió el Premio Austria Telekom y la Beca Baden-Württemberg, permaneció varias semanas en las listas de libros más vendidos y su versión cinematográfica está en preparación. Markus Orths ha recibido numerosos galardones: el Berlin Open Mike, uno de los premios más prestigiosos para jóvenes escritores de Alemania, el Premio Sir Walter Scott, el Premio de Limburgo, el Premio de Literatura del Estado de Renania del Norte-Westfalia, el Premio de Literatura de la ciudad de Marburgo, el Premio Floriana, la Beca Heinrich Heine y el Premio de Literatura Moers.

    Markus Orth escribe de manera sencilla, directa y brillante. Sus diálogos son impresionantes, de una viveza sorprendente, parecen recién sacados de la calle con una grabadora. La historia es divertida y triste; también por momentos está cargada de un intenso voltaje erótico. Su protagonista Lynn es patética muchas veces, pero su búsqueda desesperada de la felicidad, a pesar de todo lo que tiene en contra la agiganta a nuestros ojos. Y luego Orth crea para Lynn una “partenaire” que está a su altura, la joven prostituta Chiara, que vive al día, que se prostituye cuando quiere, que es su propia jefa y que se acuesta sólo con aquel ó aquella que le gusta.

Su Obra:

La mujer travestida (2009)

La camarera (2010)

13 de mayo de 2011

Werther



 Los sufrimientos del joven Werther

Las desventuras del joven Werther se presenta como una colección de cartas escritas por Werther, un joven artista de temperamento sensible y apasionado, y dirigidas a su amigo Wilhelm. En estas cartas, Werther revela datos íntimos de su estancia en el pueblo ficticio de Wahlheim (basado en la ciudad de Garbenheim), donde queda encantado por las tradiciones simples de los campesinos. Conoce y se enamora de Lotte. Desafortunadamente, Lotte ya está comprometida con Albert, once años mayor que ella. A pesar de la pena que esta relación le origina, Werther cultiva una amistad íntima con carLotte y Albert. Dicha pena lo obliga a abandonar Walheim para dirigirse a Weimar. Allí conoce a la Fraulein von B. Sufre una gran pena al enterarse de que Lotte nunca va a ser suya y junto con un amigo se queja de su situación. Lotte nunca podrá corresponder su amor.





Johann Wolfgang von Goethe
 
Hijo de Johann Caspar Goethe, un abogado y consejero imperial que se retiró de la vida pública y educó a sus hijos él mismo, bajo la máxima de no perder el tiempo en lo más mínimo, y de Katharina Elisabeth Textor, hija de un antiguo burgomaestre de Fráncfort. Estas vinculaciones familiares le pusieron en contacto desde el principio con el patriciado urbano y la vida política.

     De inteligencia superdotada, y provisto de una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de todo y llegó a acumular una omnímoda o completa cultura. Primeramente estudió lenguas, aunque sus inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que escribía sus primeros poemas, se interesó por otras ramas del conocimiento

    Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Fráncfort. Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los concluyó al año siguiente. Trabó amistad con el teólogo y teórico del arte y la literatura Herder que le introdujo en la poesía popular alemana, le descubrió el universo de Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo francés. También colaboró con Herder en la redacción del manifiesto del movimiento Sturm und Drang («Tempestad e ímpetu»), considerado el preludio del Romanticismo  en  Alemania.

    Entró al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto y fijó su residencia en Weimar ya hasta su muerte. Las tareas que éste le encomienda le hacen abandonar prácticamente la literatura durante casi diez años. Allí Anna Amalia, madre de Carlos Augusto, que había empezado a crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su hijo, Wieland, lo amplió al incluir en él a Goethe y posteriormente Herder y Friedrich von Schiller.  Se convertiría en casi Ministro.

    Desde un puesto tan importante tuvo la oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y conoció a personajes notables, como Napoleón Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con un cargo equiparable al de los restantes ministros, pertenecientes todos a ella.

    Merced a Goethe, Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural de Alemania; allí compuso poemas inspirados por Charlotte von Stein y empezó la redacción de sus obras más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en Táuride (1787) Egmont y Fausto, que luego revisaría a fondo tras la profunda impresión que recibió en su trascendental viaje a Italia (1786–1788), que cambió su desequilibrada estética romántica por el equilibrio clásico.

    Goethe disfrutó ya en vida de fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le retrató en una litografía en 1827. Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que quisieron conocerlo en persona..


Su Obra:

El capricho del enamorado (1767)
Los cómplices (1768)
Las penas del joven Werther (1774)
Ifigenia en Táuride (1787)
Egmont (1788)
Torquato Tasso (1790)
Fausto (1807)