Miles
Heller tiene veintiocho años y a los veinte desanudó los lazos que lo unían al
mundo que hasta entonces había conocido. Abandonó la universidad, se despidió
con nocturnidad y una breve nota de sus padres, dejó Nueva York y nadie ha
vuelto a saber nada de él. Desde entonces, ha rodado por lugares y trabajos
poco cualificados, moviéndose siempre en ese oscuro espacio entre el suelo y el
primer peldaño de la escalera laboral y social. Ahora vive en Florida y trabaja
para una empresa, al servicio de los bancos de la zona, que se encarga de
vaciar las viviendas de los desahuciados que en plena crisis no pudieron seguir
pagando su hipoteca, y las prepara para una nueva venta.
Miles no tiene
ambiciones, vive con lo mínimo, mantiene relaciones muy escasas con la gente y
con el mundo y sus únicos lujos son los libros, que compra en ediciones
baratas, y la cámara digital con la que documenta a los fantasmas. Si algo ha
logrado en estos siete años, ha sido poder vivir en un presente perpetuo, sin
deseos y sin futuro. Y habría seguido así si no fuera por una chica, Pilar
Sánchez. La conoció en un parque cuando ambos estaban leyendo El gran Gatsby.Miles por tercera
vez, porque se lo había regalado su padre cuando cumplió dieciséis años. Que
es, precisamente, la edad de Pilar, una menor. Y como Miles puede ir a la
cárcel por su relación con ella, cuando la feroz, codiciosa hermana de Pilar
comienza a chantajearlos, él vuelve a Nueva York para esperar allí la mayoría
de edad de la joven. Su vuelta es el retorno al pasado y a sus secretos; a su
padre, un brillante editor; a su madre, una actriz implacablemente seductora
hasta con su hijo; y a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo
soportar. Pero es también la vuelta al mundo, a la comunidad de Sunset
Park y a sus compañeros okupas; a la vida, con todos sus horrores y esplendores.
Paul Auster
Paul Auster (Newark, Nueva
Jersey, 3 de febrero de 1947) es un escritor, guionista y director de cine
estadounidense, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006. Empieza a escribir a los 12 años.
Entre 1965 y 1967, estudia literatura francesa, italiana e inglesa en la
Universidad de Columbia de Nueva York. Empieza a traducir a autores franceses como
Jacques Dupin y Andre du Bouchet y viaja a París. Durante los diez años siguientes,
escribe artículos para revistas, empieza las primeras versiones de El país de
las últimas cosas y de El palacio de la luna, semibiográfica, escribe poesías y
obras de teatro de un acto.
En 1976 escribe su primera
novela, Squeeze Play (traducida como Jugada de presión), con la que obtuvo
escaso éxito editorial. Poco tiempo después escribe La invención de la soledad.
Entre 1986 (año en que sale
Ciudad de cristal) y 1994 (Mr Vértigo), publica novelas mayores como El palacio
de la luna y Leviatán. Obtuvo el Premio Médicis en 1993 por esta novela,
Leviatán. Adapta al cine junto al director Wayne Wang su relato corto El cuento
de Auggie Wren. Smoke y Blue in the Face se estrenan en 1995. El mismo Auster
dirigirá Lulu on the Bridge (1997), mal recibida por la crítica.
Vuelve a la novela con Tombuctú
(1999), El libro de las ilusiones (2002), La noche del oráculo (2004) y
Brooklyn Follies (2005). En 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las
Letras y ese mismo año publicó Viajes por el Scriptorium y comenzó la que sería
su segunda película como director, The Inner Life of Martin Frost. En 2008 saca
otra novela: Un hombre en la oscuridad. Su obra ha sido sistemáticamente
traducida al castellano.
Paul Auster es, por excelencia,
el escritor del azar y de la contingencia; como no cree en la causalidad,
persigue en lo cotidiano las bifurcaciones surgidas por errores o
acontecimientos aparentemente anodinos. Esto sucede en La trilogía de Nueva
York, en La música del azar, y sobre todo en Leviatán, en su excepcional escena
central. Su estilo es aparentemente sencillo, gracias a su trabajo y
conocimiento de la poesía, pero esconde una compleja arquitectura narrativa,
compuesta de digresiones, de metaficción, de historias en la historia y de
espejismos. También describe existencialmente la pérdida, la desposesión, el
apego al dinero, el vagabundeo. La enfermedad, el mimo en la descripción de los
objetos de papelería, la metaliteratura son señas de identidad recurrentes que
se dan en su obra.
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