«La
última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también la última que lo vio
su mujer, Luisa, lo cual no dejó de ser extraño y quizá injusto, ya que ella
era eso, su mujer, y yo era en cambio una desconocida» Así comienza Los enamoramientos, la nueva novela
de Javier Marías, consagrado como uno de los mejores novelistas
contemporáneos.
María Dolz, la protagonista de esta novela, sólo supo su nombre «cuando apareció su foto en el periódico, apuñalado y medio descamisado y a punto de convertirse en un muerto, si es que no lo era ya para su propia conciencia ausente que nunca volvió a presentarse: lo último de lo que se debió de dar cuenta fue de que lo acuchillaban por confusión y sin causa».
María Dolz, la protagonista de esta novela, sólo supo su nombre «cuando apareció su foto en el periódico, apuñalado y medio descamisado y a punto de convertirse en un muerto, si es que no lo era ya para su propia conciencia ausente que nunca volvió a presentarse: lo último de lo que se debió de dar cuenta fue de que lo acuchillaban por confusión y sin causa».
Con una prosa brillante y cautivadora esta novela reflexiona sobre el estado de enamoramiento, considerado casi universalmente como algo positivo e incluso redentor a veces, tanto que parece justificar casi todas las cosas: las acciones nobles y desinteresadas, pero también los mayores desmanes y ruindades.
Los enamoramientos es también un libro sobre la impunidad y sobre la horrible fuerza de los hechos; sobre la inconveniencia de que los muertos pudieran volver, por mucho que se los haya llorado y que en apariencia nada se deseara tanto como su regreso, o al menos que siguieran vivos; también sobre la imposibilidad de saber nunca la verdad cabalmente, ni siquiera la de nuestro pensamiento, oscilante y variable siempre.
Javier Marías
(Madrid,
1951) Profesor y escritor, se ha convertido en uno de los autores más
representativos y leídos de las últimas generaciones, su obra, repleta de
sensibilidad y experimentación narrativa, ha conseguido ganarse el respeto de
la crítica y los lectores. En su producción hay referencias continuas a la
cultura de masas, ya sea el cine o la propia literatura, y al arte. Sus relatos
son introspectivos, muchas veces claustrofóbicos, aunque se desarrollen en
espacios abiertos, y siempre con referencias espacio-temporales reconocibles.
Este estilo evolucionado desde sus primeras publicaciones no es más que una
metáfora para investigar lo que esconde el ser humano, objeto último de sus
escritos.
Desde 2006 es miembro de la Real Academia Española, en
la que ocupa el sillón R, que quedó vacante tras la muerte de Fernando Lázaro
Carreter. Leyó su discurso de ingreso, titulado Sobre la dificultad de contar,
el domingo 27 de abril de 2008, al que contestó el profesor Francisco Rico. Su
labor como articulista ha sido muy influyente tanto en España como en América
Latina y ha aparecido en medios muy relevantes como los periódicos españoles El
País, el suplemento El Semanal del Grupo Correo, y la revista mexicana Letras
Libres.
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