24 de febrero de 2011

Alexis o el tratado del inútil combate

ALEXIS O EL TRATADO DEL INÚTIL COMBATE

Argumento de la obra:
La larga carta que Alexis dirige a su esposa, desmenuzando dolorosamente el inútil combate sostenido entre sus inclinaciones y su vocación, constituye la totalidad de estas páginas.

    Y a través de ella asistimos al retrato de una voz, como lo ha llamado la misma Marguerite Yourcenar, pero también a la exposición de un tema del que pocos se atrevían a hablar en 1927, fecha en que fue publicado el libro.

    En un país hoy desaparecido, en un momento en que las circunstancias históricas transforman toda Europa, finalizando con un mundo y una manera de vivir, Alexis se detiene para rendir cuenta de esas mismas transformaciones en carne propia, para finalizar con un engaño y para intentar iniciar un nuevo modo de vida entre millones de seres.

Biografía de la autora, Marguerite Yourcenar:
Fue educada por su padre en una finca en el norte de Francia. Su madre murió a los 10 días de su nacimiento por complicaciones en el parto. Su padre provenía de una familia aristocrática francesa y su madre era belga. Se crió en la casa de su abuela paterna. Su padre  tras impartirle una educación bastante esmerada (le enseñó latín a los 10 y griego clásico a los 12) la llevó siempre con él, en el curso de su cosmopolita existencia, comunicándole su amor por los viajes.

    A partir de 1919, abandona su nombre de pila (Marguerite Cleenewerck de Crayencour, Yourcenar es un anagrama de Crayencour) y empieza a firmar como Marguerite Yourcenar. Cursó estudios universitarios, especializándose en cultura clásica, y empezó a publicar diez años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, aunque con escaso éxito. De esta primera época son las novelas Alexis o el tratado del inútil combate (1928), que comenzó a despertar el interés de la crítica. Su mejor amiga en ese momento, una traductora llamada Grace Frick, la invita a Estados Unidos, donde dará clases de Literatura comparada en la ciudad de Nueva York. Yourcenar era bisexual y ella y Frick se harán amantes en 1937 y seguirán juntas hasta la muerte de Frick en 1979 a consecuencia de un cáncer de mama.

    Sus largas estancias en Grecia dieron origen a una serie de ensayos reunidos en Viaje a Grecia y llevaron a su maduración la idea originaría de Fuegos (1936), una obra esencialmente lírica compuesta de relatos míticos y legendarios. La misma dimensión mítica se deja traslucir en su colección de Cuentos orientales, publicada en 1938.

    Su fama como novelista la debe a dos grandes novelas históricas que han tenido gran resonancia: Memorias de Adriano (1951), en la que estuvo trabajando durante una década, y que es la reconstrucción histórica realizada con gran celo documental de la vida del más ilustrado de los emperadores romanos. Escrita a modo de carta dirigida como testamento espiritual a su sucesor designado, es una meditación del hombre sobre sí mismo, e ilustra el único remedio posible a la angustia de la muerte: la voluntad de vivir conscientemente, asumiendo el deber principal del hombre que es el perfeccionamiento interior. La otra fue Opus nigrum (1965), obra fruto de cuidadosas investigaciones, que gira en torno a la figura del médico alquimista y filósofo Zenón, intelectual enfrentado a los problemas del conocimiento.

    Marguerite fue la primera mujer elegida miembro de la Academia francesa en 1980, aunque desde 1970 ya pertenecía a la Academia belga. Una de las más respetadas escritoras en lengua francesa, tras el éxito de Memorias de Adriano, siguió publicando novela, ensayo, poesía y tres volúmenes de memorias.

    Yourcenar vivió la mayor parte de su vida en su casa Petite Plaisance en Mount Desert Island en el estado de Maine. La casa es ahora un museo dedicado a su memoria.

Su obra:
Alexis o el tratado del inútil combate (1929)
El denario del sueño (1934)
Cuentos orientales  (1938)
Memorias de Adriano (1951)
Opus Nigrum (1968)
Recuerdos piadosos (1974)
Mishima o la visión del vacío (1980)
Como el agua que fluye (1982)
El tiempo, gran escultor (1983)

En el club también se pudo ver como complemento al libro una entrevista muy interesante a Marguerite Yourcenar en el programa de la televisión francesa "Apostrophes".

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