29 de enero de 2019

Sóniechka

Sóniechka

Sonia, una chica judía poco agraciada, confiere a los personajes de ficción la misma categoría que a las personas. En Sverdlovsk, donde trabaja en una biblioteca, conoce al pintor Víktorovich, que ha viajado mucho por Europa y cumplido varios años de reclusión en un campo de trabajo soviético. Siguen años de felicidad conyugal coronada con el nacimiento de la hija de ambos, Tania. El interés de Sóniechka hacia la literatura se desvanece; la familia, las labores de la casa, ocupan ahora su vida. 

Esa felicidad se verá truncada con la aparición de una amiga de Tania, Yasia, de la que Víktorovich quedará prendado. Sóniechka, movida por sus instintos maternales, ofrece a Yasia, huérfana, que se instale en su casa, sin sospechar que se convertirá en el último amor de Robert Víktorovich... Un amor que a ratos será un sorprendente triángulo amoroso. Sóniechka es una narración sutil sobre el destino de una mujer corriente, a través del cual leemos la historia de la Rusia del siglo pasado: el régimen soviético y su desmoronamiento. Una novela que en Francia obtuvo el Premio Médicis.

Liudmila Ulítskaya

Liudmila Ulítskaya nació en 1943 en Davlekánovo, en el Sur de los Montes Urales, pero creció y se educó en Moscú, donde vive en la actualidad. Bióloga de formación, trabajó en el Instituto de Genética de Moscú antes de emprender su carrera literaria. Poco antes de la perestroika se convirtió en directora del repertorio del Teatro Kámerni (teatro judío estatal) de Moscú. Es autora de una veintena de libros de ficción, cuentos infantiles y obras teatrales, que se han estrenado en Rusia y en Alemania y han merecido el aplauso unánime de crítica y público. En 1992 su novela Sóniechka se convirtió en un acontecimiento literario, recibió el Premio Médicis en Francia y se ha publicado en más de quince países. 

Alcanzó fama internacional con sus guiones de cine para las películas Hermanas Liberty (1990) y Una mujer para todos (1991). Desde entonces Ulítskaya ha publicado más de 10 novelas y varias colecciones de cuentos. Su prosa psicológica se asemeja a la de Chéjov. Su obra con frecuencia pone el foco en personajes femeninos y hace visible la desigualdad entre hombres y mujeres especialmente, dice, en las tradiciones orientales que tienen un peso importante en Rusia. En 2011 recibió el Premio Simone de Beauvoir sin embargo ella no se identifica como escritora feminista. Sus libros han sido traducidos a treinta lenguas.

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